Ya que no pude ver la
retransmisión del enfrentamiento entre nuestro querido Atleti y el Real Betis,
en lugar de centrarme en el partido, me centraré en las repercusiones que tuvo
éste. En lo referente al juego, desgraciadamente tendré que basarme en lo visto
posteriormente en los resúmenes de cadenas de dudosa fiabilidad por mucha fama
de la que dispongan.
El primer y más
destacado tema, nuestros mayores. En el partido del pasado sábado entre el
Atlético de Madrid y el Betis, como homenaje, se decidió que los jugadores del
C. Atlético de Madrid, en lugar de saltar al campo acompañados de niños, como
es la costumbre, serían ellos en este caso los “niños”, ya que, el club decidió
que los acompañantes fueran los socios más veteranos y longevos de la entidad.
Una estampa preciosa
y que debería servir de ejemplo para todos los clubes del mundo, ya que esta
gente, estos amantes de nuestro equipo, estos sufridores por nacimiento,
merecen una reseña por pequeña que sea al menos una vez al año. Evidentemente,
volverlo una norma sería algo descabellado, no podemos arrebatarles esa gran
ilusión a los niños, es una forma de animarles a amar este deporte y a sus
integrantes más allá de los colores. Pero no olvidemos nunca quién nos enseñó
desde pequeños que antes que ganar hay que disfrutar, que si se pierde jugando
lo mejor que sabes no es tan amargo, que si ganas jugando mal, no es tan dulce
y, que si empatas dándolo todo contra un rival que ha plantado cara con todo
también, ese rival está más cerca de ser un amigo.
Nuestros padres y
nuestros abuelos nos han metido en esta loca pasión que es el fútbol y,
sobretodo, nuestro querido club.
Tras el obligado (por
lo emotivo de la situación, no por falta de ganas), toca la parte de las
repercusiones.
Según los resúmenes,
nuestro juego era fluido y voraz hasta la llegada del gol, tras el cual,
paulatinamente fuimos retrocediendo, dejando incluso una oportunidad para
Griezmann en la que podría haber cerrado el partido ya en la primera parte.
El teórico cerrojazo
del Atleti tras el gol, no agradó a la afición que asistió al partido de la
tarde del sábado, provocando en primer lugar que se aflojasen los ánimos para
posteriormente, empezaran los bostezos en la grada. Primer aviso.
El segundo vino de
cara al final del partido, cuando Koke, en un córner, en lugar de buscar la
oportunidad de dar el zarpazo final al partido, prefirió mantener la posesión
del balón para que pasara el tiempo. En esta ocasión el aviso llegó a modo de
pitos por parte del Calderón que pedía un cese de la clemencia hacia el rival.
Si bien, visto desde
fuera, como un mero espectador, la decisión de Koke es completamente lógica,
por lo que no queda más que estar de acuerdo con las declaraciones del Cholo en
la posterior rueda de prensa en las que afirmaba estar completamente de acuerdo
y encantado con esa decisión, como seguidor de un equipo de fútbol, en esta
situación, lo que deseas es ver a tu equipo rematando la faena.
En la rueda de prensa
el Cholo comentó que no le gustó la reacción del Calderón, que dejó de animar,
incluso dijo que le irritaba. Alegaba que si eso ocurría era por la llegada de
la tranquilidad y que la tranquilidad no le gusta. En mi opinión, no comprendió
lo que la familia del Calderón trataba de transmitirle, lo que yo entendí fue
que el estadio pedía ir a por el partido, a ganarlo, no a controlarlo.
Evidentemente para
poder ganar un partido (salvo excepciones) debes controlarlo primero, eso es el
2+2 del fútbol hoy en día en el que el coraje es mucho, pero no todo. Pero
vuelvo a hacer el llamamiento a la comprensión de que no estamos jugando solo
para meros espectadores. Se juega en primer lugar para los aficionados del
Atleti y luego para los demás.
El patriarcado
rojiblanco ve con miedo esa nueva idea de controlar un partido yendo por
delante en el marcador tan solo por un tanto.
Es comprensible que
cada semana no vamos a ver el partido contra el Granada con distinto actor en
el rincón rival. No solo comprensible, sino que es lo lógico y la gracia de este
deporte, que cada rival tiene sus trucos y armas y sabrá utilizarlas o al menos
lo intentará.
Elogió que Carrasco
nos ayudó a controlar los últimos minutos gracias a los metros que se ganan con
su juego mientras el Betis seguía a la caza del empate. No comprendo por qué
tuvo que hacerlo, lo lógico, como digo antes, es que si el rival pretende usar
sus armas para empatar o ganar un partido, tu reacción natural sea contraatacar
con las tuyas y en este caso fue Carrasco. Supongo que, por no ser periodista
deportivo, no entiendo el “aunque se vea y sea lógico, si no lo dice, no es
intencionado”.
Con respecto a la
pregunta típica de un periodista por el resultado de 1-0, al que se suma la
reacción del público y el teórico descenso en el buen juego del equipo, puedo
coincidir en la primera parte de la respuesta “Lo que importa son los
resultados”, pero no puedo aceptar que eche balones fuera y cree la distracción
con lo del balón de oro (cosa que no quita que esté de acuerdo con él). Me
parece una forma de crear una pequeña polémica, una distracción para que en
lugar de hablar de si mejora el juego o no, se hable de que el Cholo no
considera justo al ganador del balón de oro.
No veo por ninguna
parte (posiblemente por las fuentes poco fiables como dije antes) a nadie
diciendo que el Atleti defendió mucho mejor en este partido que no en el de
vuelta contra la U.D. Las Palmas. Sin embargo, sí he visto reseñas por varios
medios sobre las declaraciones del Cholo. Si por lo menos se centraran en la
parte en la que dice que lo que importa son los resultados, genial, pero se
centran, como no, en lo que vende periódicos y da audiencia, en que el Cholo
critica al balón de oro.
El partido del sábado
ante el Betis fue el tercero en liga en el que Moyá no encajó goles, algo muy
positivo de cara al futuro, un refuerzo anímico el volver a construir ese muro
inexpugnable que ha sido el Calderón tanto tiempo y cuya imagen se ha visto “tocada”
esta temporada.
Las conclusiones tras
el partido, aunque falta confirmarlas viendo al equipo, van por partes.
La defensa, gran
punto débil ante Las Palmas, se reforzó, entendieron el toque de atención
recibido en una eliminatoria que a priori estaba controlada y casi se va de las
manos, demostrando que, en el Calderón ni marca cualquiera, ni gana cualquiera.
El ataque volvió a
demostrar su fuerza y potencial a base de duro trabajo, el gol de Gaitán, que
parece que empieza a florecer y justificar un fichaje que siempre me pareció erróneo,
el cual estoy deseando equivocarme y que nos haga felices a todos los Atléticos,
nos dio alas para controlar un partido que podría haber sido mucho más fácil de
haber seguido apretando algo más. Del mismo modo, el partido podría haberse
tornado una pesadilla de haberse echado completamente atrás el equipo de
inmediato tras el gol de la victoria.
Tal vez, esa forma
paulatina de retrasar las líneas funciona, para muestra el partido del pasado
sábado, pero evidentemente, el aficionado quiere algo más de riesgo, algo más
de hambre para comerse los partidos.
Los siguientes
partidos nos dirán si el Cholo “cede” ante esta ligera presión del público o si
persiste en su guion.
Una situación nada fácil
para el técnico, ya que si bien él, desea los puntos, jugando a su manera, es
evidente que el espectador quiere espectáculo y, al parecer, el sábado en el
Calderón, el espectáculo fue previo al encuentro.
Tan difícil es la
situación del técnico como la de los aficionados a la hora de decantarse. Todos
queremos ganar todos los partidos y, a todos nos gusta ver partidos
emocionantes que te quitan el aire de los pulmones. El problema viene, quizá
cuando el aire se escapa de tus pulmones en el minuto 93 de una final de
Champions tras el cual, todo el esfuerzo que has puesto se diluye.
Como anécdota,
anoche, en una red social, alguien compartió el gol de Albertini de falta en el
Bernabéu, en el descuento (igual el Karma fue así de cabrón en Lisboa). Eso me
hizo pensar en goles míticos, tanto por su valor como por su ejecución, del
Atleti. Me hizo recordar el famoso gol imposible de Vieri desde la línea de
fondo, la falta de Schuster en la final de la Copa del Rey o el de Futre en esa
misma final, o incluso en el de Saúl el año pasado contra el Bayern.
A modo de
participación, para vosotros ¿cuál es el gol más espectacular/mítico/con mayor
significado del Atlético de Madrid?
¡Aúpa Atleti!
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