jueves, 12 de enero de 2017

ADIÓS AL PARTIDO A PARTIDO

En primer lugar, me gustaría decir e, incluso insistir, en mi defensa a nuestro querido equipo que pronto dejará uno de sus alias en el olvido, los de la ribera del Manzanares son, desde hace años mis gladiadores, el equipo con el que me identifico. Los años anteriores a estos, eran años en los que, como muchos niños, cegados por los grandes fichajes de renombre y las múltiples posibilidades de títulos cada temporada, era fan de uno de los dos equipos monopolistas de nuestra competición nacional de fútbol. Hasta que una debacle monumental para mi gusto, me hizo abrir los ojos y preferir algo más puro.
Mi única intención con esta publicación es compartir mi opinión sobre lo que llevo viendo de mi equipo durante la temporada. No pretendo atacar, perjudicar ni mucho menos denigrar a nadie.
Dicho esto, procedo a mi desahogo personal.
Anoche, como muchos otros aficionados colchoneros, veía el partido de vuelta de los 1/8 de final de la Copa del Rey que enfrentaba en el Vicente Calderón al C. Atlético de Madrid y a la U.D. Las Palmas, con una renta de 2-0 en favor de los locales. Había mucha expectación ya que era el primer partido del último año de éste, nuestro estadio. Dejando al margen la polémica por el escudo y el nombre de nuestra nueva sede, me gustaría seguir en el tema principal.
Mientras veía las alineaciones de ambos equipos, la primera impresión que tuve fue que Quique Setién daba por perdida la eliminatoria, ya que dejaba en el banquillo a hombres como Jonathan Viera, uno de los jugadores revelación de la temporada por parte del conjunto canario. Además, viendo que, salvo el caso de algunos lesionados, el Cholo iba con la artillería, parecía que el 0-2 de la ida le sabía a poco. Algo esperanzador, ya que últimamente, nuestro querido entrenador está haciendo gala de un atroz miedo a la pérdida de puntos, puesto que a la mínima que el equipo va ganando parece que les tenga ordenado plantar un autobús.
No nos confundamos, el Atleti de Simeone no es un equipo que te muerde todo el partido, no es un equipo decidido a hacerte la vida imposible a base de ataques los 90 minutos. No. El Atleti de Simeone, desde su llegada se ha basado en el físico, en aguantar más que el rival y, sobretodo, en saber en qué momento dar el picotazo definitivo. Así es como se ha bloqueado a equipos como el Barça, que, aunque no se le haya ganado, si se ha conseguido puntuar en un campo tan difícil como es el Camp Nou.
El problema de usar esa estrategia tan repetidamente, añadiéndole el factor miedo que comentaba antes, es que cuando llega un equipo que está tan acostumbrado como el tuyo a no tener el balón y a golpearte en el momento preciso, es cuando el Real Madrid te gana 0-3 en tu campo.
La filosofía que el Cholo Simeone ha estado inculcando durante 5 años a la plantilla rojiblanca es la de que no hay que mirar más allá del siguiente partido, es el famoso PARTIDO A PARTIDO que tanto repitió en su primer año completo.
Tras el partido contra la U.D. Las Palmas pude comprobar que dicha filosofía se está perdiendo.
Una primera parte de tanteo, perfectamente comprensible, la eliminatoria está encarrilada, jugamos en casa, con un gol les dejamos prácticamente fuera de la copa… podríamos seguir comentando tópicos que justifiquen el que el Atlético de Madrid no provocara miedo en su rival en toda la primera parte, pero yo personalmente, prefiero centrarme en averiguar por qué el Atlético de Madrid no mató la eliminatoria cuando debía.
El famoso gol que se necesitaba para dejar K.O. a Las Palmas llegó por medio de Griezmann en la 2ª parte, este es el primer error, ese gol no puede llegar después del descanso, porque entonces el entrenador rival ha tenido 15 minutos de oro para recordarles a sus pupilos que se pueden marcar dos goles en 45 minutos perfectamente y, de hecho, hasta 3 si quieres, de hecho, contando los goles de ambos equipos, en ¼ de la eliminatoria se metieron más goles que en los ¾ restantes, 5 para ser exactos.
Tras el gol rojiblanco, llegó a los 8 minutos el empate canario, fallo defensivo bastante serio que facilitó la labor de los isleños. 4 minutos después, Ángel Correa, al que se le exige que para obtener más minutos debe mejorar la finalización de las jugadas, saca una velocidad digna de carreras olímpicas de 100m lisos, mete el cuerpo al defensa y bate por bajo, para ser exactos entre las piernas, al portero amarillo, pese a que expresado así pueda verse como un golazo y, de hecho, meter el balón por dónde lo metió el argentino, tras varias repeticiones, me parece que el golpeo del balón es de los menos estéticos que he visto nunca. Puedo admitir si alguien con más experiencia y sabiduría que yo me dice “para meter ahí el balón se tiene que disparar así, no hay otra manera y, en esa posición no hay otra forma de marcar”. En ese caso mis disculpas, tener la mejor liga de fútbol del mundo es lo que tiene, que cuando ves goles funcionales, no te acaban de convencer.
Con un 2-1 en el marcador, todo parecía en su sitio, la U.D. Las Palmas necesitaba 3 goles para pasar a 1/4 de final, Griezmann había marcado, Correa se reivindica marcando también, Nico Gaitán cuaja un partido correcto por fin…parecía que todo estaba donde debía.
Pero resulta que en el minuto 89, el croata Livaja vuelve a poner tablas en el marcador como hiciera en el 57. Nuevamente un estrepitoso fallo defensivo, en esta ocasión de Juanfran, quien parece haber perdido paulatinamente su gran seguridad desde el fatídico penalti de Milán, facilita que Mateo le deje en bandeja a Livaja el empate a 2. Tras el empate se anuncia el añadido, 3 minutos, algo que hay que agradecer al cuarteto arbitral, ya que, si en lugar de 3 minutos hubieran dado 5, muy probablemente ahora mismo el Atlético de Madrid estaría eliminado de la Copa.
Tras el empate, los de Setién olieron sangre y, evidentemente fueron en busca de la presa. 3 minutos después del empate de Livaja, cuando el Atlético de Madrid debió mostrar más que nunca su poder defensivo, llegó otro gol más de los canarios, en esta ocasión quien le sirvió el gol del empate a 2 a Livaja se convirtió en el verdugo anotando tras otro estrepitoso fallo defensivo, nuevamente por parte del flanco derecho defensivo. Evidentemente el equipo no estaba en el césped del Vicente Calderón en ese momento, estaban pensando en el partido contra el Betis del sábado, los cambios y experimentos del Cholo en la eliminatoria y en los últimos partidos así lo demuestran.
No me sirve de nada que me justifiquen que la sanción de la FIFA impide fichar al club rojiblanco para buscar un centrocampista para suplir las lesiones. Los experimentos no se hacen con un equipo que aún te está enseñando los dientes. En Las Palmas se colocó a Jiménez de medio centro, ya lo probó el Cholo en el amistoso anterior al choque copero en tierras árabes y se repitió en el enfrentamiento contra el Éibar.
Los experimentos se hacen en los entrenamientos y, solo cuando tienes el partido en la mano, debes atreverte a hacer estas pruebas.
Se podría decir que cuando el Cholo coloca al uruguayo en el centro del campo en Ipurúa y en Gran Canaria el partido ya está cerrado, pero todos sabemos que esta clase de equipos, que tienen poco que perder y mucho que ganar en estas situaciones, teniendo al público a su favor, pueden hacer mucho daño.

Según finalizaba el partido de copa contra la U.D. Las Palmas, veía atónito y entristecido como la gran filosofía que se ha contagiado a media Europa, se desvanecía.
Tras el 1-0 de Griezmann el Atleti pensaba en el Betis, tras el empate de Livaja volvieron al campo, a terminar lo que aún estaba a medias. Tras el 2-1 de Correa, no estaban pensando en el Betis, estaban pensando en el Athletic y lo duro que será el partido en San Mamés, estaban pensando en que el Alavés nos “robó” 2 puntos que a base de esfuerzos y un penalti pitado a última hora nos creíamos nuestros y que nos quitaron al pensar que se acababa el partido con nuestro gol y, eso fue en el Calderón, así que probablemente en su campo sean aún más fieros, estaban pensando en que el Leganés plantó cara de una manera brutal que no permitió apenas ocasiones en Butarque y que ahora venían al Calderón en busca de rematar a una presa que dejaron viva en la segunda jornada de liga.
A 10 de enero de 2017, un equipo que solo miraba al siguiente rival después de que el árbitro indicara que el partido anterior había acabado, a 10 de enero de 2017, el Atlético de Madrid estaba pensando en el partido del 21 de febrero.

Puede tachárseme de derrotista, pero no lo soy en absoluto.
El equipo que me da alegrías y penas lleva varios partidos enseñándome que ya no piensan igual. Van varias semanas en las que no se habla de cómo contraatacamos o de lo letales que somos cuando dominamos el partido a nuestro juego, no, se habla de donde estará nuestro entrenador la próxima temporada, cuanto ofrecen los grandes clubes millonarios por Griezmann.
No soy vidente, pero creo que puedo esclarecer un par de temas.
1, El Cholo Simeone aguantará el primer año en el nuevo Metropolitano y, de ser exitoso puede que un segundo, pero yo no apostaría por más.
2, Griezmann se irá, si este año llegamos lejos en la Champions, lo cual significa como mínimo repetir la hazaña de la pasada campaña, nada fácil, es plausible que aguante el primer año en el Wanda, de caer antes de semis en la premier van a disfrutar mucho de él y, por lo que se rumorea nosotros le daremos un pastizal al Arsenal por Cazorla y Alexis, 2 ex jugadores de la liga española que en mi opinión ya no están para rendir al nivel que necesita el Atlético de Madrid para mantenerse dónde está ahora mismo.
3, Gameiro seguramente a final de temporada pida salir del club, ya se verá si lo consigue, pero ya sabemos cómo rinde un jugador a disgusto.
4, Gabi y Tiago seguirán por desgracia en la plantilla. Ambos son excelentes jugadores, aunque yo tenga rencores personales hacia el portugués ya que él inició el éxodo rojiblanco al Chelsea para después pedirnos asilo cuando le dejaron en la calle, es innegable que es un gran jugador, al igual que nuestro capitán. Pero sinceramente su momento ya pasó y, lo siento, pero ninguno de los dos tiene el peso anímico en el equipo y la afición que tiene Fernando Torres (para evitar las comparaciones de que al “Niño” le ha llegado también el momento). Muy a mi pesar, Tiago seguirá en el club mientras lo haga el Cholo a no ser que el portugués vea lo que vemos muchos y decida por su cuenta tomar el camino adecuado. Del mismo modo Gabi, como capitán del equipo seguirá en los primeros años del nuevo estadio, frenando así la progresión de Koke en una posición para la que ha nacido, obligándonos a seguir cediendo a grandes promesas con un potencial increíble como son Oliver Torres y Kranevitter y, si bien se con bastante seguridad que la continuidad de Tiago va aunida a la del Cholo, por desgracia no sé cuánto alargará su estancia nuestro capitán.
5, Fernando Torres se retirará tras el primer año en el nuevo Metropolitano si el Cholo continúa, o bien, si el Cholo tras el primer año abandona el barco, El Niño aguantará un año más para facilitar la digestión de tantas malas noticias.

De confirmarse todo lo que creo que ocurrirá en los próximos 2 años, es más probable que el Wanda Metropolitano estrene sus vitrinas con una Europa League que no con la ansiada orejona y, algo me dice que no será en su primera década.


Esperando equivocarse, se despide un seguidor rojiblanco entristecido y decepcionado con lo que vio de su equipo en el último partido.


¡Aúpa Atleti!

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